
Justin
15.6°C
Algunos días simplemente encajaban juntos, como una estilizada ventana. Un centenar de pequeñas piezas con diferentes colores que se combinaban creando una pintura completa. Las últimas 24 hrs habían sido igual a eso, la noche del hospital había sido dolorosa, un enfermizo verde parpadeante, las primeras oscuras horas de la mañana en la cama de _________ eran otro, oscuras y púrpuras. El frío azul de esta mañana me recordaba a mi otra vida y por último teníamos la brillante y clara pintura que fue nuestro beso.
En la pintura actual, nos sentamos en el cálido asiento de una vieja camioneta bronco en la orilla de un sobre poblado lote de autos en los alrededores del pueblo. Parecía como si la pintura completa se estuviera acercando a sus últimos detalles, un perfecto marco de algo que pensé nunca tendría.
________ pasaba sus dedos alrededor del volante de la camioneta con una expresión pensativa y luego me volteó a ver.
- Juguemos a veinte preguntas- me dijo.
Yo estaba recostado en el asiento del copiloto con los ojos cerrados y dejando que el sol de la tarde me calentara por la ventana, se sentía también.
- ¿No deberías estar viendo otros autos?, el ir a comprar un coche generalmente envuelve el hecho de comprar algo- le dije con una sonrisa.
- Yo no se comprar- dijo _________. - Yo solo veo lo que necesito y lo obtengo-
Me reí de su respuesta, estaba comenzando a darme cuenta de que esa declaración era toda ________. Ella entre abrio los ojos hacía mí obviamente irritada y criuzó sus brazos frente a su pecho.
-Así que preguntas entonces, estas no son opcionales-.
Di un vistazo al lote de coches para asegurarme que el dueño aún no hubiera regresado de afinar un coche. Aquí en Mercy Falls la compañía que afinaba coches y la compañía de coches usados eran la misma.
-Esta bien, pero espero que no sean nada demasiado vergonzoso -
_________ se acercó un poco más a mí en su asiento y se recostó de manera muy parecida a la mía. Sentí como si esta fuera la primera pregunta, su pierna presionada contra la mía, su hombropresionado contra el mío, sus delicados zapatos descansaban sobre los míos. Mi pulso se aceleró, aguardando por su pregunta. La voz de ________ era práctica, como si no supiera el efecto que estaba teniendo en mí.
- Quiero saber lo que te hacer ser lobo- Esa era fácil.
- Cuando la temperatura baja, yo me convierto en lobo. Cuando hace frío de noche pero cálido durante el día, puedo sentirlo venir y después, finalmente es lo suficientemente fío para convertirme en lobo hasta la llegada de la primavera. -
-¿Los otros también lo hacen?- preguntó. Yo asentí.
-¿Tiene mucho que no eres lobo?-
- Tiene que estar muy cálido para poder convertirme en humano, - dí una pausa por un momento, preguntandome si este era el momento perfecto para decirle. - Nadie sabe cuantos años le van a quedar donde pueda cambiar y regresar, es diferente para cada lobo-
_______solo, me veía.
Esa misma larga mirada que me había cuando ella era más joven, allí tirada en el suelo mirándome fijamente. Yo no pude leerla mejor de lo que pude en ese entonces, sentí mi garganta cerrarse en anticipación por su respuesta, pero afortunadamente ella cambio su pregunta.
-¿Cuántos más hay alla afuera?-
Yo no estaba seguro, solo porque algunos de nosotros ya no nos convertíamos en humanos.
-Alrededor de veinte-
Qué es lo que comes?-
Respondí rápidamente - Bebes conejos-
Ella entre cerro los ojos, así que sonreí y le dije.
-Conejos adultos también, les doy oportunidad a ambos por igual.-
A ella no se le escapaba nada.
-¿Qué es lo que tenías en tu cara la noche que te toqué?- Su voz se mantuvo igual para esta pregunta,
pero algo en sus ojos dudaba, como si no estuviera segura de querer escuchar la respuesta.
Yo tenía que luchar un poco para recordar esa noche, sus dedos en mi pelo, en mi rostro. El culpable placer de estar tan cerca de ella. Él chico, al que mordieron, era sobre lo que ella esta realmente preguntando.
-¿te refieres a la sangre que había en mi cara?- , ________ asintió.
Una parte de mí estaba triste de que ella necesitara preguntarlo, pero por supuesto que ella necesitaba hacerlo. Tenía toda la razón en no confiar en mí.
-No era de él, del chico- respondí.
-Jack-, dijo ella.
-Jack,- yo repetí. - Yo supe del ataque, pero yo no estaba allí-
Yo tuve que ir profundo en mi memoria para rastrear el origen de la sangre que manchaba mi hocico. Mi cerebro humano me daba lógicas respuestas, conejo, venado, rata de campo. Todas ellas más fuertes que mis verdaderos recuerdos. Finalmente pude obtener mi verdadera respuesta de entre mis pensamientos, aunque no estaba orgulloso de ella.
- Era un gato, la sangre. Yo atrapé un gato- ________ suspiró -¿Tú no estas enojada de que fuera
un gato o sí?- le pregunté.
-Tenías que comer, siempre y cuando no fuera Jack, no me importaría si fuera un canguro -,pero era obvio que su mente seguía pensando en Jack. Trate de recordar lo poco que sabía del ataque, herido por que ella pensaba mal de mi manada.
-El los provocó, ¿sabes? - le dije.
-¿Él qué?, ¿tu estuviste ahí?- Sacudí mi cabeza y comencé a tratar de explicarle
-no podemos. . . los lobos, cuando nos comunicamos, lo hacemos con imágenes. Nada complicado y no a través de grandes distancias, pero si estamos cerca el uno del otro, podemos compartir una imagen con otro lobo. Así que los lobos que atacaron a Jack, ellos me enseñaron imágenes -
-¿Se pueden leer la mente los unos a los otros?- ________ preguntó con incredulidad.
Yo sacudí vigorosamente mi cabeza
-¡No!. . . yo. . . es difícil explicarlo siendo huma. . . cuando soy yo, es solo la manera en que hablamos, pero como lobos nuestros cerebros son diferentes, no existen conceptos abstractos. Cosas como el tiempo y nombres, emociones complicadas están fuera del alcance. Realmente lo usamos para cazar y para advertirnos de algún peligro. -
-¿Y qué es lo que viste acerca de Jack? - preguntó.
Yo bajé mi mirada, se sentía extraño el recordar una memoria de lobo desde mi mente humana. Busqué a través de las nubladas imágenes en mi cabeza, reconociendo heridas de bala en el pelaje de algunos lobos y machas de sangre en sus hocicos, era la sangre de Jack.
Algunos de los lobos me mostraron imágenes donde eran golpeados por una. . . arma de fuego. Debió haber sido un arma con balas de salva. Él estaba usando una playera roja, los lobos ven pobremente el color, pero el rojo, ese si lo podíamos ver.
-¿Porqué el haría eso?- preguntó _________. Sacudí mi cabeza,
-No lo se, esa no es la clase de cosa que nos contamos-
_________ estaba callada. Suponía que aún pensaba en Jack, nos sentamos en el profundo silencio y yo empezaba a preguntarme si ella esta áun estaba molesta, pero ella finalmente habló.
-Así que tú nunca puedes abrir los regalos de navidad- , la miré fijamente, sin saber como responder.
La navidad era algo que pasaba en otra vida, una lejos de la vida de lobo. _______ miró al volante.
-Yo estaba pensando, que tú nunca apareciste durante el verano y yo siempre amé la navidad porque sabía que ibas a estar allí, en el bosque, como un lobo, supongo que tiene que ver con el frío, ¿no es así?, Pero eso significa que nunca puedes abrir los regalos de navidad-
Yo sacudí mi cabeza, los últimos años cambiaba tan temprano como para incluso ver las decoraciones de navidad en las tiendas. _______ frunció el ceño aún mirando el volante
-¿Piensas en mí cuando eres lobo?-
Cuando soy un lobo, soy el recuerdo de un chico, tratando de aferrarse a las más simples palabras. Yo no quería decirle la verdad, que no podía recordar su nombre.
-Pienso en la manera en que hueles- le dije con sinceridad.
Levanté mi mano y tomé un mechón de su cabello y lo acerqué a mi nariz, el aroma de su shampoo me recordaba al aroma de su piel. Tragué saliva y dejé caer de nuevo su cabello. Los ojos de ________ me siguieron de su hombro hasta su regazo, y la miré tragar saliva también. La obvia pregunta de ¿Cuándo iba a cambiar de nuevo? Colgaba entre nosotros, pero ninguno de los dos la pudo pronunciar. No estaba listo para decírselo aún. Mi pecho me dolía al solo pensar de dejar todo esto atrás.
-Entonces- dijo ella. Puse su mano en el volante. -¿Sabes manejar?- saqué mi cartera de mi bolsillo y se la ofrecí.
-El estado de Minnesota piensa que sí puedo hacerlo- ella sacó mi licencia de conducir, la pusó contra el volante y la leyó en voz alta Justin D. Bieber, ella se reía en sorpresa.
-Esta es una licencia de verdad, tu debes ser verdaderamente real- me reí.
-¿Tú aun lo dudabas?- en vez de responderme _______me devolvió mi cartera y me preguntó
-¿Ese es tú nombre real?, ¿no se supone que debes estar muerto como Jack?- Yo no estaba seguro de querer hablar sobre esto pero respondí de todas maneras.
-No fue lo mismo, yo no fui mordido tan gravemente, y unos extraños me salvaron de ser arrastrado, nadie pronunció mi muerte como lo hicieron con Jack, así que sí, ese es mi nombre real-
________ lucía pensativa y yo me preguntaba que estaba pensando y luego abruptamente me miró, con una oscura expresión.
-Entonces, tus padres saben donde estas ¿no es así?, es por eso que ellos. . .- ella se detuvó y entre cerró sus ojos.
La pude ver pasar saliva de nuevo.
-Te hace sentirte enfermo por semanas-, le dije, salvandola de terminar su enunciado. - La toxina de lobo supongo, mientras te esta cambiando. Yo no pude dejar de cambiar una y otra vez sin importar cuan frío o caliente estuviera”- hice una pausa. Las imágenes rondaban en mi cabeza como fotografías de una cámara de alguien más.
-Ellos pensaron que estaba poseído, y después el clima fue más caliente y yo mejoré, me volví estable, y ellos pensaron que estaba curado, salvado supongo, hasta que llego el invierno. Por un tiempo trataron de que la Iglesia hiciera algo para ayudarme, pero al final decidieron hacer algo ellos mismos, ambos estan ahora en la cárcel, sirviendo penas de cadena perpetua. Ellos no se dieron cuenta de que yo era más díficil de matar que la mayoría de las personas- El rostro de _______ tenía una pálida sombra verde y los nudillos de su mano contra el volante se habian puesto blancos.
-Hablemos de algo más. Lo siento- le dijé, y realmente lo sentía. -Hablemos de coches, ¿qué te parece este?- aunque realmente no se nada sobre coches, pero al menos puedo pretender que sí lo se. Corre bien, suena como algo que alguien diría si supiera de lo que estuviera hablando, ¿no crees?-
Ella pensó en el tema, mirando al volante.
-Realmente me gusta -dijó.
-Es muy feo- le dije generosamente -Pero parece que la nieve no le haría nada, y si le pegaras a un venado simplemente seguiría caminando-, y _________ agregó: -“Además tiene un atractivo y grande asiento delantero, me refiero a qué yo simplemente puedo. . .”-
__________ se recostó a lo largo del asiento y hacía mí, descansando una de sus manos sobre mi pierna.
Era una definitivamente una insinuación, tan cerca que sentí el calor de su aliento en mis labios. Tan cerca que pude sentir que ella esperaba que me inclinara hacia ella también. En mi mente una imagen de __________ en su patio trasero apareció, con su mano extendida, suplicándome que viniera a ella, pero no pude hacerlo en ese entonces, yo estaba en otro mundo, uno que me obligaba a mantener mi distancia.
Ahora, no podía evitar pensar si aún vivía en ese mundo, regido por sus reglas. Mi piel humana simplemente se burlaba de mí, tentándome con riquezas que desaparecerían a la siguiente nevada. Me senté derecho y mire a otro lado antes de poder ver la decepción en su rostro. El silencio se hizo inmenso.
-Cuéntame lo que pasó después de que fuiste mordida- le dije, solo por decir algo -Te enfermaste?-
_____________ se acomodó de nuevo en su asiento y suspiró, me preguntaba cuantas veces ya la había decepcionado.
-No lo se, parece que fue hace tanto tiempo, supongo que tal vez si lo estuve, recuerdo tener gripe después de que pasó-
Después de que fui mordido también tuve gripa, pero también me sentía exhausto, con escalofríos, una náusea que me quemaba mi garganta, huesos que dolían al cambiar de forma.
__________ encogió los hombros.
-Fue el mismo año en que me quede encerrada en el coche, fue uno o dos meses después del ataque, era primavera y hacía mucho calor. Mi papá me había llevado con él para hacer unos encargos, porqué supongo que aún era muy pequeña como para que me dejaran sola - Ella me miró para ver si aún estaba escuchando, claro que lo hacía. -Como sea, tenía gripe y estaba muy adormilada, así que de regreso a casa me quede dormida en el asiento trasero y lo siguiente que recuerdo es el despertar en el hospital. Supongo que papá llegó a casa y sacó las compras y se olvidó de mí, y me dejó encerrada en el coche. Dijeron que traté de salir, pero yo realmente no lo recuerdo, no recuerdo nada hasta que estaba en el hospital, donde la enferma me dijo que era el día más caluroso en la historia de Mercy Falls. El doctor le dijó a mi papá que el calor del coche me tuvo que haber matado, así que soy una chica milagro, ¿qué te parece la responsabilidad de mis padres? - Yo sacudí mi cabeza sin poderlo creer.
Hubo un breve silencio que me permitió observar la consternación en su expresión y me recordó cuanto lamentaba no haberla besado unos momentos atrás. Pensé en decirle. . . muéstrame a lo que te referías hace unos momentos, cuando me dijiste que te gustaba este asiento delantero, pero no pude imaginar a mi boca pronunciar esas palabras, así que yo solamente tomé su mano y recorrí su palma con mi dedo, haciendo figuras en ella y tratando de memorizar cada huella de sus dedos. __________ hizó un pequeño sonido de apreciación, y cerró sus ojos mientras mis dedos trazaban círculos sobre su piel, de alguna manera esto era mejor que un beso.
Ambos dimos un salto cuando alguien golpeó la ventanilla del mi lado, el dueño del lote estaba de pie junto a mí, observándonos. Su voz fue ahogada a través del vidrio.
-¿Encontraron lo que buscaban? -
__________ se atravesó y abrió la ventanilla.
- Desde luego - dijo mirándome.
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