viernes, 29 de junio de 2012

Capitulo 21


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Justin
-2.8°C


Cuando la alarma de __________ sonó a la mañana siguiente a las 6:45 para despertarse e ir a la escuela, gritando electrónicas obscenidades a mi oído, yo de inmediato me levante de un salto, con mi corazón palpitantando con fuerza, tal como lo había hecho el día anterior. Mi cabeza estaba repleta de sueños: lobos y humanos y manchas de sangre en los labios.


 -Ummmm, - _________ murmuró, despreocupada, y tiró de las sábanas alrededor de su cuello. - Apaga eso, ¿quieres? Ya en un momento me levanto. En. . .un segundo.- 


Ella se dio la vuelta, su cabello cafe apenas era visible por encima del borde de la frazada, y se hundió en la cama como si se hubiera convertido en parte del colchón. Y eso fue todo. Ella estaba dormida y yo no lo estaba. Me recosté contra su cabecera y deje que durmiera unos minutos más junto a mí, cálida y soñando placenteramente. Le acaricie el cabello cuidadosamente con mis dedos, formando una línea a través de su frente, alrededor de su oreja y solo un poco hacia arriba de su largo cuello, donde su pelo dejaba de ser un cabello limpio y propio y en su lugar comenzaba a ser solo pelusas de bebé que iban hacia todas partes. 


Eran fascinantes, estas suaves plumas suaves que crecerían para ser su cabello. Yo estuve muy tentado a inclinarme y morderlas muy suavemente, en despertarla y besarle y retrasarla para la escuela, pero no podía dejar de pensar en Jack y Christa y en las personas que se convertian en malos hombres lobo. Si fuera a la escuela, ¿acaso podría seguir el rastro de Jack con mi sentido del olfato que ahora era más débil? 


-__________- dije en voz baja. - Despierta -


Ella hizo un suave ruido que, más o menos se traducía como déjame en paz, en el idioma del sueño. 


-Es hora de despertar - le dije, y metí mi dedo en su oreja. 


_________ gritó y me golpeó a mí. Y ella ya estaba de pie. Nuestras mañanas juntos, estaban empezando a tener la comodidad de una rutina. Mientras que _________ seguía perseguida por el sueño y tropezaba hacia la ducha, yo ponía un pan en la tostadora para cada uno de nosotros y convencía a la cafetera de hacer algo que sonaba como hacer realmente café.

De vuelta en su dormitorio, escuchaba a ________ cantar desafinada en la ducha, mientras me ponía mis jeans y revisaba sus cajones en busca de calcetines que no se parecieran muy de chica como para que los tomara prestado.

Oí a que mi respiración se detuvo, incluso antes de sentirlo. Fotografías, acomodadas entre sus bien doblados calcetines. Fotos de los lobos. De nosotros. Con cuidado, levanté la pila del cajón y me dirigí hacia la cama. Dándole la espalda a la puerta como si estuviera haciendo algo ilícito, hojeé las fotos con los dedos, lentamente. Había algo fascinante en ver estas imágenes con mis ojos humanos. Algunos de los lobos a los que les podía unir los nombres humanos eran los mayores, los que siempre habían cambiado antes de mí. Jeremy, grande, voluminoso coloe azul-gris. Paul, negro y de apariencia limpia. Ulrik, de color marrón-gris. Salem, con muescas en su oído y un ojo que no le funcionaba bien. Suspiré, aunque no sabía por qué.

La puerta se abrió detrás de mí, dejando una ráfaga de vapor que olía al jabón de _____________.
________ se puso detrás de mí y apoyó su cabeza en mi hombro, yo respiraba envuelto en su aroma.

-¿Mirandote a ti mismo? -Preguntó.

Mis dedos que se agitaban entre las fotos, se congelaron.


- ¿Yo estoy aquí?-  


___________ le dió la vuelta a la cama y se sentó frente a mí. 


-Por supuesto. La mayoría de las fotos son de ti, ¿no te reconoces a tí mismo? Oh. . . Por supuesto que no. Dime quién es quién- . 


Más lento aún, hojeé las imágenes de nuevo como mientras ella se sentaba junto a mí, la cama se quejaba de sus movimientos.  


-Ese es Jeremy. Él siempre está a cargo de los nuevos lobos. - 


Aunque sólo había habido dos nuevos lobos después de mí: Christa y el lobo que ella había creado, Derek. El hecho era que yo no estaba acostumbrado a tener jóvenes recién llegados, por lo general nuestra manada crecía por otros lobos de más edad que nos encontraban, no por la adición de novatos salvaje-mente nacidos, como Jack. 


-Jeremy es como un padre para mí. -


Sonaba raro el decirlo así, incluso si era cierto. Yo nunca había tenido que explicárselo a nadie. Él había sido el que me había tomado bajo su protección después de que escapé de mi casa, y él que había pegado de nuevo, cuidadosamente, los fragmentos de mi cordura.


-Me doy cuenta de como te sientes acerca de él - dijo ___________, y parecía sorprendida por su propia intuición. -Tu voz es diferente cuando hablas de él- 


-¿Lo es? -Ahora era mi turno para estar sorprendido. - Diferente ¿cómo? -Ella encogió los hombros, luciendo un poco tímida. 


- No lo sé. Orgulloso, supongo. Creo que es dulce,  ¿Quién es ella? - 


- Shelby - le dije, y no había orgullo en mi voz para ella. 


-Ya te hablé antes sobre ella- . __________ miró mi cara. 


La memoria de la última vez que Shelby y yo nos habíamos visto hizo que mi intestino girara incómodamente. 


-Ella y yo no vemos las cosas de la misma manera. Ella cree que el ser un lobo es un regalo- . A mi lado, __________ asintió, y yo estaba agradecido de dejarlo así. 


Pasé a través de las fotografías, más de Shelby y Jeremy, hasta que me detuvo ante la negra figura de Paul. - 


- Ese ese Paul. Él es el jefe de la manada cuando somos lobos. Ese es Ulrik junto a él. - Señalé al lobo marróngris al lado de Paul. - Ulrik es como un tío loco ó algo así. Un tío alemán. Él maldice mucho- 


-Suena muy bien.- 


-Es muy divertido.-


 En realidad, yo debí haber dicho era muy divertido. Yo no sabía si ésta había sido su último año, o si aún podría tener otro verano. Recordaba su risa, como una bandada de cuervos al despegar, y la forma en que se aferraba a su acento alemán, como si no pudiera ser Ulrik sin el. 


-¿Estás bien? - Preguntó _________, frunciendo el ceño.

Sacudí la cabeza, mirando a los lobos en las fotografías, tan claramente los animales veían a través de mis ojos humanos. Mi familia. Yo. Mi futuro. De alguna forma, las fotografías borraban una línea que no estaba dispuesto a cruzar todavía.


Me di cuenta de que ___________ tenía su brazo alrededor de mi hombro, su mejilla se apoyaba en mí, consolándome a pesar de que no podía entender lo que me estaba molestando.


- Me gustaría que los hubieras conocido - le dije, - cuando todo el mundo era humano.- 


 No sabía cómo explicarle la gran parte de mí que eran ellos, sus voces y rostros como seres humanos, y sus olores y formas como los lobos. Que perdido me sentía ahora, el único que llevaba piel humana.

- Dime algo sobre ellos-, dijo Grace, su voz se ahogaba en contra de mi camiseta.

Dejé que mi mente revoloteara sobre mis recuerdos.

-Jeremy me enseñó a cazar cuando yo tenía ocho años. Lo odiaba.-  Recordé estar de pie en la sala de
Jeremy, mirando fijamente al la primera helada del invieron cubrir las ramas de los árboles, brillante y parpadeante a la luz de la mañana. El patio trasero parecía un planeta peligroso y extraño.

-¿Por qué lo odiabas?-  Preguntó ___________.

-No me gustaba ver la sangre. No me gustaba lastimar las cosas. Yo tenía ocho años.-


En mis recuerdos, parecía yo ser pequeño, inocente. Yo había pasado todo el verano anterior haciéndome creer que ese invierno, con Jeremy, sería diferente, que no iba a cambiar y que me iba a seguir comiendo los huevos que cocinaba Jeremy para siempre. Pero a manera en que las noches se hicieron más frías, incluso los corto viajes afuera hacían temblar mis músculos, yo sabía que el momento en que sería incapaz de evitar el cambio venía pronto, y que Jeremy no estaría a mi alrededor para cocinarme por más tiempo. Pero eso no quería decir que me iría de buena gana.

-Entonces ¿Porqué cazar?- Preguntó _______, siempre lógica. -¿Por qué no solo dejar comida allí afuera para ustedes mismos?-


-Hah. Le hicé la misma pregunta a Jeremy , y Ulrik dijo: - Ya, y los mapaches y zarigüeyas, también? -

________ se rió, demasiado encantada con mi pesima impresión del acento Ulrik.

Sentí una oleada de calor rodar por mis mejillas, se sentía bien el hablar con ella sobre la manada. Yo amaba el brillo en sus ojos, la rareza curiosa en su boca, ella sabía lo que yo era y quería saber más. Pero eso no quería decir que era correcto el decirle. Ella era alguien fuera de la manada.


Jeremy siemre había dicho siempre, a los únicos que tenemos que proteger es a nosotros mismos. Pero Jeremy no conocía a _________. Y __________ no era solo una humana. Ella tal vez no había cambiado, pero había sido mordida y era loba en el interior. Tenía que serlo. 


-¿Y qué pasó entonces?-  Preguntó ___________. -¿Qué fue lo que cazaste? -


 -Conejos, por supuesto- , le respondí. -Jeremy me sacó mientras que Paul los esperaba en una camioneta para recogerme después, en caso yo fuera inestable, lo suficiente para cambio de nuevo.-


 No pude olvidar cómo Jeremy me había detenido en la puerta antes de salir, doblándose para poder mirar a mi rostro. Estaba inmóvil, tratando de no pensar en cambiar y romperle el cuello a un conejo con los dientes. En decirle adiós a Jeremy por el invierno. El había tomado mi hombro y me dijo:- Justin, lo siento. No te asustes -


Yo no había dicho nada, porque yo estaba pensando que hacía demasiado frío, y Jeremy no cambiaría de nuevo después de cazar, y entonces yo no tengo a nadie que sabía cocinar bien los huevos. Jeremy hizo huevos perfecto. Más que eso. Jeremy me mantuvo Justin. 


En aquel entonces, con las cicatrices en las muñecas aún tan fresco, que había estado tan peligrosamente cerca de la fractura en algo que no era ni humanos ni lobos. 


-¿Qué estás pensando?-  Preguntó ________. - Dejaste de hablar.-


 Miré hacia arriba, me había dado cuenta de que había apartado la mirada . 


-En la transformación. - . _________ presionó su barbilla en mi hombro, su voz era vacilante. Ella me hizo una pregunta, que me había pedido antes. 


- ¿Duele transformarse?-


Pensé en el lento proceso de agonía, la modificación, la flexión de los músculos, el abultamiento de la piel, la molienda de los huesos. Los adultos siempre habían tratado de ocultar sus cambios de mí. Pero no me daba miedo, sólo me compadecía, ya que incluso Jeremy se quejaba de dolor. Yo era un mal mentiroso, así que no me molesté en intentarlo. 


- Sí -


- Es algo que en me entristece pensar, que lo tuviste que hacer cuando solamente eras un pequeño niño-  dijo __________.  Estaba frunciendo el ceño y parpadeando sus brillantes ojos. - En realidad, me molesta mucho. Pobre pequeño Justin." Me tocó la barbilla con un dedo y yo me apoyé la mano. Era como si tuviera ocho años otra vez. Me dolía el pecho, mi respiración era rápida. 


- Muéstrame como soy-  le pregunté a _________, inclinando le las fotos con ella. -Por favor-


La dejé tomar la pila de mi mano y la vi ponerlas a la luz, pasando las fotos, en busca de una en particular. 


 -Esta es favorita -


Miré a la foto que me había entregado. Un lobo ví, y tenía mis ojos, un lobo me seguía mirando desde el bosque, la luz del sol tocaba los bordes de su piel. La mire y la mire, esperando a que significara algo. Esperando un poco de reconocimiento. Parecía injusto que las identidades de los otros lobos estaban tan claras para mí en sus fotografías, pero que la mía se escondiera. ¿Qué había en esta foto, que hacía que los ojos de __________ se iluminaran? ¿Y si no era yo? ¿Y si ella estaba enamorada de un lobo ó de otro que pensaba que era yo? ¿Cómo iba a saberlo?

___________ era ajena a mis dudas y malinterpretó mi silencio como fascinación. Desplegó sus piernas y se puso de pie, frente a mí, luego pasó una mano por mi pelo. Levantó la palma de la mano a la nariz, inhalando profundamente.

-Sabes. . . aún hueles a lobo-

Y yo, en vez de decirle alguna cosa que me podría haber hecho sentir mejor. Le entregué la foto para que se la llevara.   ___________ se detuvo en la puerta, apenas reflejada con la opaca luz gris de la mañana, y me volvió a mirar, a mis ojos, mi boca, mis manos, de tal manera que hizo sentir algo en mi interior y desató
unl nudo insoportable en él

Yo no creía que perteneciera aquí en su mundo, un niño atrapado entre dos vidas, arrastrando los peligros de los lobos hacía mí, pero cuando ella dijo mi nombre, esperando a que yo la siguiera, supe en ese momento que haría cualquier cosa para quedarme aquí. . . con ella.

Capitulo 20


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Justin
3.9 ° C

Mientras estaba recostado en la cama de _________ esa noche, sorprendido por la noticia de la aparición de Jack en la escuela, miraba al techo, sin poder dormir, la oscuridad era solo interrumpida por el halo oscuro de su cabello sobre la almohada. Y entonces pensé en los lobos que no actuaban como lobos. Y pensé en Christa Bohlmann.

Habían pasado años desde que el recuerdo de Christa había cruzado por mi mente, pero el ceño fruncido de ____________ cuando hablaba de Jack, y el acecho al lugar donde no pertenecía lo había traído todo de nuevo a mi memoria.

Recordé el último día que la vi, cuando Christa y Jeremy estaban pelenado en la cocina, en la sala, en el pasillo, de nuevo en la cocina, gruñendo y gritándose el uno al otro mientras se rodeaban como lobos. Yo era más joven, alrededor de ocho años, por lo que Jeremy me parecía parecido como un gigante en ese entonces, un furioso dios que apenas podía contener su ira. Dando vueltas y más vueltas a la casa con Christa, una mujer joven y corpulenta, con un rostro manchado por la rabia.

-Has matado a dos personas, Christa. ¿Cuándo le vas a hacer frente a eso?-

-¿Las maté? ¿Las maté?-  Su voz era estridente en mis oídos, como uñas
raspando vidrio. - ¿Y que hay de mí? Mírame a mí. Mi vida se acabó-

-No se ha terminado -Jeremy la interrumpió. - Aún respiras ¿no es así? Tu corazón sigue latiendo. No puedo decir lo mismo de tus dos víctimas.-

Recuerdo retrocediendo a la voz de Christa, un grito apenas comprensible.

-¡Esto no es una vida!-

Jeremy, furiosó le gritó sobre el egoísmo y la responsabilidad, y ella replicó con una serie de palabras vulgares que me sorprendió escuchar, yo nunca antes había oído esas palabras. 


-¿Qué hay de ese tipo en el sótano?- Jeremy preguntó. 


Yo apenas podía ver la espalda de Jeremy, desde mi punto en la sala.


- Tu lo mordiste Christa. Ahora has arruinado su vida. Y también mataste a dos personas. Sólo porque te llamaban con palabras desagradables. Sigo esperando a ver algún remordimiento tuyo. Algo que me de una garantía de que esto no volverá a suceder- 


- ¿Por qué yo te debería garantizar algo? ¿Qué me has dado tú? - Christa gruñó. Sus hombros encogidos se estremecieron. -¿Y ustedes se hacen llamar una manada? Ustedes son un aquelarre, una abominación, un culto. Yo voy a hacer lo que yo quiera y voy a pasar por esta vida como yo quiera.- 


La voz de Jeremy eran terriblemente uniforme. Recuerdo que de repente sentí lástima por Christa, porque Jeremy detenía su furia cuando estaba en su peor momento.


- Prométeme que esto no volverá a suceder.- 

Ella entonces me miró, no, no a mí, sino a través de mí. Su mente estaba en algún lugar lejos de allí, escapando a la realidad de su cambiante cuerpo. Pude ver una vena extenderse justo en la mitad de su frente, y me di cuenta de que sus uñas eran garras.


-Yo no te debo nada. Vete al infierno- . 


Jeremy dijo en voz baja, - ¡Vete de mi casa!- 


Ella lo hizo, cerró la puerta de vidrio con tanta fuerza que los platos en los armarios de la cocina temblaron. Unos momentos más tarde, escuché la puerta abrirse y cerrarse de nuevo, mucho más tranquila, como si Jeremy hubiera ido tras ella.


Recordaba que era lo suficientemente frío como para que me preocupara que Jeremy pudiera cambiar para el invierno y dejarme solo en la casa. Ese miedo fue suficiente para que me deslizara fuera del pasillo y dentro de la sala de estar, justo cuando escuché un masivo crack.

Jeremy tranquilamente entro a la casa, temblando de frío con la amenaza del cambio, y cuidadosamente cargo una pistola en el mostrador. Y entonces se dio cuenta de mi presencia, yo, de pie en la sala, con los brazos cruzados, mis dedos agarrando mi bíceps.


Todavía recuerdo la forma en que su voz sonaba cuando dijo, -No toques eso, Justin. - Hueco, confuso.


 El había ido a su despacho y puso su cabeza sobre sus brazos, se quedo así todo el resto del día. Al anochecer, él y Ulrik habían salido sus voces eran baja y silenciosas, a través de la ventana, había visto a Ulrik sacar una pala de la cochera.

Y ahora, aquí estaba yo, acostado en la cama de ________, y en algún otro lugar estaba Jack. Personas enojadas no se hacían buenos hombres lobo. Mientras que __________ estaba en la escuela, yo había manejado hasta la casa de Jeremy. La calzada entrada estaba vacía y las ventanas oscuras, yo no tuve el corazón para entrar y ver cuánto tiempo había estado desocupada. Sin Jeremy para hacer vigilar la seguridad de la manada, ¿quien se suponía que debía mantener a en línea a Jack?


 Una sensación desagradable de responsabilidad empezaba a apretarme por detrás de mi garganta. Jeremy tenía un teléfono celular, pero no podía recordar el número sin importaba cuánto tiempo hojeaba en mis recuerdos. Apreté mi rostro contra la almohada y recé para que Jack no mordiera a nadie, porque si él se convirtiera en un problema, yo no pensaba que fuera lo suficientemente fuerte para hacer lo que debería hacerse.


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La de la foto es como yo me imagino a Christa.

Capitulo 19


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Tu
22.4°C

El día siguiente fue inusualmente justo, demasiado bello como para ir a la escuela, pero yo no podía faltar un segundo día sin tener una muy buena excusa. No era como si me fuera atrasar demasiado, pero parecía que cuando tú nunca faltas a la escuela durante un cierto período de tiempo, las personas tienden a notarlo cuando lo haces. Rachel ya había llamado dos veces y dejó un siniestro mensaje de voz diciendo; < haz elegido el día equivocado para faltar a clase, ¡_________ Brisbane!>  
Olivia no había llamado desde nuestra discusión en la sala, así que pensé que eso significaba que aún no estábamos en buenos términos.

Justin me llevó a la escuela manejando la camioneta bronco, mientras me apresuraba a termina algunas de mis tareas de Inglés que no había hecho el día anterior. Una vez que se había estacionado, abrí la puerta, dejando entrar una ráfaga de aire inusual-mente cálido. Justin volvió su rostro hacia la puerta abierta, con los ojos medio cerrados. 


-Me encanta este clima. Me siento tan. . . yo-


Al verlo disfrutar del sol, el invierno parecía a un millón de millas de distancia, y yo no podía imaginarlo dejándome. Yo quería memorizar la línea torcida de su nariz para después soñar despierta con él. Por un momento, sentí una apuñalada irracional de culpa, de que mis sentamientos por Justin estuvieran sustituyendo a los que tenía por mi lobo, hasta que recordé que ¡él era mi lobo! Nuevamente, tuve la extraña sensación de que la tierra se movía debajo de mí solo por el hecho de su existencia, pero esta fue inmediatamente seguida por un alivio. Mi obsesión era ahora tan. . . fácil. Lo único que tenía que explicarle a mis amigos era de donde había venido mi nuevo novio. 


-Supongo que ya me tengo que ir - le dije. - No quiero hacerlo -

Los ojos de Justin se abrieron aún más y el se centró en mí.

-Voy a estar aquí cuando vuelvas, lo prometo - y agregó, de manera muy formal, - ¿Puedo usar tu coche? Me gustaría ver si Jeremy aún sigue siendo humano, y si no lo es, al menos quiero saber si su casa tiene la calefacción encendida-


Yo asentí, pero una parte de mí deseaba que la calefacción estuviera apagada en la casa de Jeremy. Yo quería a Justin de vuelta en mi cama, donde podría evitar que desapareciera como el sueño que era él. Salí de la camioneta bronco con mi mochila en la espalda. 


-No te ganes ninguna multa, Piloto de carreras- Al pasar por delante del vehículo, Justin bajó su ventanilla


-¡Hey!- 


- ¿Qué?-  respondí. tímidamente.


-Ven aqui _________! - 


Sonreí a la forma en que dijo mi nombre y me acerque a la ventana, sonriendo aún más cuando me di cuenta de lo que él quería. Su cuidadoso beso no me lleno, tan pronto como se separo mis labios él suspiró y se retiró hacia atrás. 


-Voy hacer que llegues tarde a la escuela. - 
Le sonreí. Yo estaba en la cima del mundo.

-¿Estarás de vuelta para las tres de la tarde?-

- No me lo perdería.-


Lo vi salir del estacionamiento, ya sentía la duración del día escolar extiendoce delante de mí. Un cuaderno golpeó mi brazo. 


-¿Quién era ese?-


 Me volví y vi a Rachel, traté de pensar en algo que fuera más fácil que la verdad. 


-¿Mi aventón a la escuela?-


Rachel no me insistió en el tema, sobre todo porque su cerebro ya estaba en otra cosa. Me agarró del codo y empezó a dirigirme hacia la escuela. Seguramente, seguramente, tenía que haber algún tipo de recompensa eterna que me esperaba para justificar el asistir a la escuela en un día tan hermoso como este, con Justin en mi coche. Rachel movió mi brazo para llamar mi atención. 


-¡_________!. Pon atención. Había un lobo afuera de la escuela el día de ayer. En el estacionamiento. Todo el mundo lo vió cuando la escuela termino-


- ¿Qué?!-


Me dí la vuelta y miré por encima de mi hombro hacia el estacionamiento, tratando de imaginar un lobo entre los coches. Los escasos pinos que bordeaban el terreno realmente no se parecían a los de la orilla del bosque, el lobo habría tenido que cruzar varias calles y patios para llegar al estacionamiento. 


-¿Cómo era el lobo?-


Rachel me lanzó una mirada extraña. 


-¿El lobo?- Yo asentí. 


-Como un lobo. Gris. -Rachel vio mi mirada fulminante y encogió los hombros. - No lo sé, ________, de color ¿gris azulado?, con arañazos en su hombro. Se veía desaliñado - Así que fue Jack. Tenía que serlo. 


-Debió haber sido un caos total- le dije. 


- ¡Sí!, debiste haber estado aquí, chica lobo. Hablo en serio. Nadie resultó herido gracias a Dios, pero Olivia enloqueció completamente. Toda la escuela enloqueció. Selena estaba totalmente histérica e hizo toda una escena.- Rachel me apretó el brazo. - Así que, ¿por qué no respondiste el teléfono?-


Entramos a la escuela, las puertas se mantenían abiertas, dejando entrar el cálido aire. 


-Mi batería se murió - respondí. 


Rachel hizo una mueca y habló más fuerte para ser escuchada entre la aglomeración de alumnos en los pasillos. 


-Entonces, ¿estás enferma? nunca pensé que viviría para ver el día en que faltaras a clases. Entre tu ausencia en clase y animales salvajes rondando el estacionamiento, pensé que el mundo estaba llegando a su fin. Estaba esperando por la lluvia de sangre-


-Creo que tuve una especie de virus de veinticuatro horas- le contesté. 


-Ewwww, ¿debería no tocarte?- Pero en lugar de alejarse, Rachel me golpeó el hombro dándome una sonrisa. Yo me reí y la empujé, y mientras lo hacía, vi a Selena Gomez. Mi sonrisa se desvaneció. 


Estaba apoyada contra la pared cerca de uno de los bebederos, con los hombros caídos hacia delante. Al principio pensé que estaba mirando su teléfono celular, pero luego me dí cuenta de que sus manos estaban vacías y ella sólo estaba mirando el suelo fijamente. Si ella no hubiera sido una princesa de hielo, yo hubiera pensado que estaba llorando. Me preguntaba si debería hablar con ella. Como si leyera mis pensamientos, Selena en ese momento levantó la mirada, y sus ojos que eran tan similares a los de Jack se encontraron con los míos. Podía leer el reto en ellos: ¿Qué estás mirando, eh?


Aparté mi mirada rápidamente y seguí caminando con Rachel, pero tuve esa incómoda sensación de que habían aún cosas por decirnos.




miércoles, 27 de junio de 2012

Capitulo 18


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Tu
3.3°C

Esa noche Justin se quedó de nuevo en mi cama, dormido castamente en el extremo más alejado del colchón, pero de alguna manera, durante la noche nuestros cuerpos emigraron juntos.


 Me medio desperté temprano por la mañana, mucho antes del amanecer, la habitación estaba bañada por la luz pálida de la luna, y me encontré a mi misma presionada contra la espalda de Justin, mis manos hechos bola junto a mi pecho como una momia. 


Yo apenas y podía ver la oscura curva de su hombro, y algo sobre esa forma, el gesto que parecía mostrar, me llenó de una terrible especie de cariño feroz. Su cuerpo estaba caliente y olía tan bien, como a lobo y árboles, y a hogar que enterré mi rostro en su hombro y cerré los ojos otra vez. El hizo un ruido suave y se dio la vuelta, colocando sus hombros en mi contra, presionándose más contra mí.

Justo antes de que me volvíera a dormir, mi respiración se desaceleró, y tuve un breve y quemante pensamiento: no puedo vivir sin esto. Tiene que haber una cura.

Capitulo 17


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Justin
15.6°C


Algunos días simplemente encajaban juntos, como una estilizada ventana. Un centenar de pequeñas piezas con diferentes colores que se combinaban creando una pintura completa. Las últimas 24 hrs habían sido igual a eso, la noche del hospital había sido dolorosa, un enfermizo verde parpadeante, las primeras oscuras horas de la mañana en la cama de _________ eran otro, oscuras y púrpuras. El frío azul de esta mañana me recordaba a mi otra vida y por último teníamos la brillante y clara pintura que fue nuestro beso.


 En la pintura actual, nos sentamos en el cálido asiento de una vieja camioneta bronco en la orilla de un sobre poblado lote de autos en los alrededores del pueblo. Parecía como si la pintura completa se estuviera acercando a sus últimos detalles, un perfecto marco de algo que pensé nunca tendría.


________ pasaba sus dedos alrededor del volante de la camioneta con una expresión pensativa y luego me volteó a ver. 


- Juguemos a veinte preguntas- me dijo. 


Yo estaba recostado en el asiento del copiloto con los ojos cerrados y dejando que el sol de la tarde me calentara por la ventana, se sentía también.


 - ¿No deberías estar viendo otros autos?, el ir a comprar un coche generalmente envuelve el hecho de comprar algo-  le dije con una sonrisa.


- Yo no se comprar- dijo _________. - Yo solo veo lo que necesito y lo obtengo-


 Me reí de su respuesta, estaba comenzando a darme cuenta de que esa declaración era toda ________. Ella entre abrio los ojos hacía mí obviamente irritada y criuzó sus brazos frente a su pecho. 


-Así que preguntas entonces, estas no son opcionales-.


 Di un vistazo al lote de coches para asegurarme que el dueño aún no hubiera regresado de afinar un coche. Aquí en Mercy Falls la compañía que afinaba coches y la compañía de coches usados eran la misma. 


-Esta bien, pero espero que no sean nada demasiado vergonzoso -


_________ se acercó un poco más a mí en su asiento y se recostó de manera muy parecida a la mía. Sentí como si esta fuera la primera pregunta, su pierna presionada contra la mía, su hombropresionado contra el mío, sus delicados zapatos descansaban sobre los míos. Mi pulso se aceleró, aguardando por su pregunta. La voz de ________ era práctica, como si no supiera el efecto que estaba teniendo en mí. 


- Quiero saber lo que te hacer ser lobo-  Esa era fácil. 


- Cuando la temperatura baja, yo me convierto en lobo. Cuando hace frío de noche pero cálido durante el día, puedo sentirlo venir y después, finalmente es lo suficientemente fío para convertirme en lobo hasta la llegada de la primavera. -


-¿Los otros también lo hacen?-  preguntó. Yo asentí.

-¿Tiene mucho que no eres lobo?- 


- Tiene que estar muy cálido para poder convertirme en humano, - dí una pausa por un momento, preguntandome si este era el momento perfecto para decirle. - Nadie sabe cuantos años le van a quedar donde pueda cambiar y regresar, es diferente para cada lobo- 

_______solo, me veía. 


Esa misma larga mirada que me había cuando ella era más joven, allí tirada en el suelo mirándome fijamente. Yo no pude leerla mejor de lo que pude en ese entonces, sentí mi garganta cerrarse en anticipación por su respuesta, pero afortunadamente ella cambio su pregunta.

-¿Cuántos más hay alla afuera?-

Yo no estaba seguro, solo porque algunos de nosotros ya no nos convertíamos en humanos. 

-Alrededor de veinte-

Qué es lo que comes?- 


Respondí rápidamente - Bebes conejos- 


Ella entre cerro los ojos, así que sonreí y le dije. 


-Conejos adultos también, les doy oportunidad a ambos por igual.- 


 A ella no se le escapaba nada. 
-¿Qué es lo que tenías en tu cara la noche que te toqué?-  Su voz se mantuvo igual para esta pregunta,
pero algo en sus ojos dudaba, como si no estuviera segura de querer escuchar la respuesta. 

Yo tenía que luchar un poco para recordar esa noche, sus dedos en mi pelo, en mi rostro. El culpable placer de estar tan cerca de ella. Él chico, al que mordieron, era sobre lo que ella esta realmente preguntando.


 -¿te refieres a la sangre que había en mi cara?- , ________ asintió. 


Una parte de mí estaba triste de que ella necesitara preguntarlo, pero por supuesto que ella necesitaba hacerlo. Tenía toda la razón en no confiar en mí. 


-No era de él, del chico- respondí. 


-Jack-, dijo ella. 


-Jack,- yo repetí. - Yo supe del ataque, pero yo no estaba allí- 


 Yo tuve que ir profundo en mi memoria para rastrear el origen de la sangre que manchaba mi hocico. Mi cerebro humano me daba lógicas respuestas, conejo, venado, rata de campo. Todas ellas más fuertes que mis verdaderos recuerdos. Finalmente pude obtener mi verdadera respuesta de entre mis pensamientos, aunque no estaba orgulloso de ella.


- Era un gato, la sangre. Yo atrapé un gato-  ________ suspiró -¿Tú no estas enojada de que fuera
un gato o sí?- le pregunté.

-Tenías que comer, siempre y cuando no fuera Jack, no me importaría si fuera un canguro -,pero era obvio que su mente seguía pensando en Jack. Trate de recordar lo poco que sabía del ataque, herido por que ella pensaba mal de mi manada. 


-El los provocó, ¿sabes? - le dije.

-¿Él qué?, ¿tu estuviste ahí?- Sacudí mi cabeza y comencé a tratar de explicarle 


-no podemos. . . los lobos, cuando nos comunicamos, lo hacemos con imágenes. Nada complicado y no a través de grandes distancias, pero si estamos cerca el uno del otro, podemos compartir una imagen con otro lobo. Así que los lobos que atacaron a Jack, ellos me enseñaron imágenes -

-¿Se pueden leer la mente los unos a los otros?-  ________ preguntó con incredulidad. 


Yo sacudí vigorosamente mi cabeza 


-¡No!. . . yo. . . es difícil explicarlo siendo huma. . . cuando soy yo, es solo la manera en que hablamos, pero como lobos nuestros cerebros son diferentes, no existen conceptos abstractos. Cosas como el tiempo y nombres, emociones complicadas están fuera del alcance. Realmente lo usamos para cazar y para advertirnos de algún peligro. -


-¿Y qué es lo que viste acerca de Jack? - preguntó.


Yo bajé mi mirada, se sentía extraño el recordar una memoria de lobo desde mi mente humana. Busqué a través de las nubladas imágenes en mi cabeza, reconociendo heridas de bala en el pelaje de algunos lobos y machas de sangre en sus hocicos, era la sangre de Jack. 


Algunos de los lobos me mostraron imágenes donde eran golpeados por una. . . arma de fuego. Debió haber sido un arma con balas de salva. Él estaba usando una playera roja, los lobos ven pobremente el color, pero el rojo, ese si lo podíamos ver. 


-¿Porqué el haría eso?-  preguntó _________. Sacudí mi cabeza, 


-No lo se, esa no es la clase de cosa que nos contamos-


 _________ estaba callada. Suponía que aún pensaba en Jack, nos sentamos en el profundo silencio y yo empezaba a preguntarme si ella esta áun estaba molesta, pero ella finalmente habló. 


-Así que tú nunca puedes abrir los regalos de navidad- , la miré fijamente, sin saber como responder.


 La navidad era algo que pasaba en otra vida, una lejos de la vida de lobo. _______ miró al volante. 


-Yo estaba pensando, que tú nunca apareciste durante el verano y yo siempre amé la navidad porque sabía que ibas a estar allí, en el bosque, como un lobo, supongo que tiene que ver con el frío, ¿no es así?, Pero eso significa que nunca puedes abrir los regalos de navidad-


 Yo sacudí mi cabeza, los últimos años cambiaba tan temprano como para incluso ver las decoraciones de navidad en las tiendas. _______ frunció el ceño aún mirando el volante 


-¿Piensas en mí cuando eres lobo?- 


Cuando soy un lobo, soy el recuerdo de un chico, tratando de aferrarse a las más simples palabras. Yo no quería decirle la verdad, que no podía recordar su nombre. 


-Pienso en la manera en que hueles-  le dije con sinceridad. 


Levanté mi mano y tomé un mechón de su cabello y lo acerqué a mi nariz, el aroma de su shampoo me recordaba al aroma de su piel. Tragué saliva y dejé caer de nuevo su cabello. Los ojos de ________ me siguieron de su hombro hasta su regazo, y la miré tragar saliva también. La obvia pregunta de ¿Cuándo iba a cambiar de nuevo? Colgaba entre nosotros, pero ninguno de los dos la pudo pronunciar. No estaba listo para decírselo aún. Mi pecho me dolía al solo pensar de dejar todo esto atrás. 


-Entonces- dijo ella. Puse su mano en el volante. -¿Sabes manejar?- saqué mi cartera de mi bolsillo y se la ofrecí.


 -El estado de Minnesota piensa que sí puedo hacerlo- ella sacó mi licencia de conducir, la pusó contra el volante y la leyó en voz alta Justin D. Bieber, ella se reía en sorpresa. 


-Esta es una licencia de verdad, tu debes ser verdaderamente real- me reí. 


-¿Tú aun lo dudabas?- en vez de responderme _______me devolvió mi cartera y me preguntó 


-¿Ese es tú nombre real?, ¿no se supone que debes estar muerto como Jack?-  Yo no estaba seguro de querer hablar sobre esto pero respondí de todas maneras.


 -No fue lo mismo, yo no fui mordido tan gravemente, y unos extraños me salvaron de ser arrastrado, nadie pronunció mi muerte como lo hicieron con Jack, así que sí, ese es mi nombre real-


 ________ lucía pensativa y yo me preguntaba que estaba pensando y luego abruptamente me miró, con una oscura expresión.


-Entonces, tus padres saben donde estas ¿no es así?, es por eso que ellos. . .- ella se detuvó y entre cerró sus ojos. 


La pude ver pasar saliva de nuevo. 


-Te hace sentirte enfermo por semanas-, le dije, salvandola de terminar su enunciado. - La toxina de lobo supongo, mientras te esta cambiando. Yo no pude dejar de cambiar una y otra vez sin importar cuan frío o caliente estuviera”-  hice una pausa. Las imágenes rondaban en mi cabeza como fotografías de una cámara de alguien más. 


-Ellos pensaron que estaba poseído, y después el clima fue más caliente y yo mejoré, me volví estable, y ellos pensaron que estaba curado, salvado supongo, hasta que llego el invierno. Por un tiempo trataron de que la Iglesia hiciera algo para ayudarme, pero al final decidieron hacer algo ellos mismos, ambos estan ahora en la cárcel, sirviendo penas de cadena perpetua. Ellos no se dieron cuenta de que yo era más díficil de matar que la mayoría de las personas-  El rostro de _______ tenía una pálida sombra verde y los nudillos de su mano contra el volante se habian puesto blancos.


 -Hablemos de algo más. Lo siento-  le dijé, y realmente lo sentía. -Hablemos de coches, ¿qué te parece este?- aunque realmente no se nada sobre coches, pero al menos puedo pretender que sí lo se. Corre bien, suena como algo que alguien diría si supiera de lo que estuviera hablando, ¿no crees?- 


 Ella pensó en el tema, mirando al volante.


 -Realmente me gusta -dijó.

-Es muy feo- le dije generosamente -Pero parece que la nieve no le haría nada, y si le pegaras a un venado simplemente seguiría caminando-, y _________ agregó: -“Además tiene un atractivo y grande asiento delantero, me refiero a qué yo simplemente puedo. . .”-


__________ se recostó a lo largo del asiento y hacía mí, descansando una de sus manos sobre mi pierna. 


Era una definitivamente una insinuación, tan cerca que sentí el calor de su aliento en mis labios. Tan cerca que pude sentir que ella esperaba que me inclinara hacia ella también. En mi mente una imagen de __________ en su patio trasero apareció, con su mano extendida, suplicándome que viniera a ella, pero no pude hacerlo en ese entonces, yo estaba en otro mundo, uno que me obligaba a mantener mi distancia. 


Ahora, no podía evitar pensar si aún vivía en ese mundo, regido por sus reglas. Mi piel humana simplemente se burlaba de mí, tentándome con riquezas que desaparecerían a la siguiente nevada. Me senté derecho y mire a otro lado antes de poder ver la decepción en su rostro. El silencio se hizo inmenso. 


-Cuéntame lo que pasó después de que fuiste mordida- le dije, solo por decir algo -Te enfermaste?-


_____________ se acomodó de nuevo en su asiento y suspiró, me preguntaba cuantas veces ya la había decepcionado. 


-No lo se, parece que fue hace tanto tiempo, supongo que tal vez si lo estuve, recuerdo tener gripe después de que pasó- 


Después de que fui mordido también tuve gripa, pero también me sentía exhausto, con escalofríos, una náusea que me quemaba mi garganta, huesos que dolían al cambiar de forma.


__________ encogió los hombros.


 -Fue el mismo año en que me quede encerrada en el coche, fue uno o dos meses después del ataque, era primavera y hacía mucho calor. Mi papá me había llevado con él para hacer unos encargos, porqué supongo que aún era muy pequeña como para que me dejaran sola - Ella me miró para ver si aún estaba escuchando, claro que lo hacía. -Como sea, tenía gripe y estaba muy adormilada, así que de regreso a casa me quede dormida en el asiento trasero y lo siguiente que recuerdo es el despertar en el hospital. Supongo que papá llegó a casa y sacó las compras y se olvidó de mí, y me dejó encerrada en el coche. Dijeron que traté de salir, pero yo realmente no lo recuerdo, no recuerdo nada hasta que estaba en el hospital, donde la enferma me dijo que era el día más caluroso en la historia de Mercy Falls. El doctor le dijó a mi papá que el calor del coche me tuvo que haber matado, así que soy una chica milagro, ¿qué te parece la responsabilidad de mis padres? - Yo sacudí mi cabeza sin poderlo creer.


Hubo un breve silencio que me permitió observar la consternación en su expresión y me recordó cuanto lamentaba no haberla besado unos momentos atrás. Pensé en decirle. . . muéstrame a lo que te referías hace unos momentos, cuando me dijiste que te gustaba este asiento delantero, pero no pude imaginar a mi boca pronunciar esas palabras, así que yo solamente tomé su mano y recorrí su palma con mi dedo, haciendo figuras en ella y tratando de memorizar cada huella de sus dedos. __________ hizó un pequeño sonido de apreciación, y cerró sus ojos mientras mis dedos trazaban círculos sobre su piel, de alguna manera esto era mejor que un beso.

Ambos dimos un salto cuando alguien golpeó la ventanilla del mi lado, el dueño del lote estaba de pie junto a mí, observándonos. Su voz fue ahogada a través del vidrio. 


-¿Encontraron lo que buscaban? -


__________ se atravesó y abrió la ventanilla.


- Desde luego - dijo mirándome.

martes, 26 de junio de 2012

Capitulo 16

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Justin
5.6°C


Desperté con un sobresalto, por un momento me quede allí quieto, parpadeando, tratando de entender lo que me había despertado. Los eventos de la noche anterior volvieron a mí cuando me dí cuenta que no había sido un sonido lo que me había despertado, sino una sensación. Una mano descansaba sobre mi brazo. _________ se había rodado hacia mi mientas dormía, y yo no podía dejar de ver sus dedos descansando en mi piel. Aquí estaba yo, acostado junto a la chica que me había rescatado. Mi simple humanidad se sentía como un triunfo.

Me acosté sobre mi lado, y por unos momentos solo la veía dormir, largas y profundas respiraciones que movían unos cabellos en su rostro. En su sueño ella se veía tan confiada de su seguridad, despreocupada por mi presencia junto a ella, ese solo hecho ya se sentía como una victoria. Cuando escuche a su padre levantarse, me quede totalmente inmóvil, mi corazón latía muy fuerte en el silencio. Preparado para saltar fuera de la cama en caso que el viniera a despertarla para preparse para la escuela. 


Pero él salió rumbo al trabajo en una nube de su loción para después de afeitar que me torturaba entrando por debajo de la puerta. Su madre también salió inmediatamente después que él, haciendo ruido en la cocina, como si hubiera tirado algo y maldiciendo con una voz agradable mientras cerraba la puerta detrás de ella. 


Yo no podía creer que ellos no hubieran dado un vistazo a la habitación de ____________, al menos para asegurarse de que siguiera viva, especialmente desde que no la habían visto el día anterior cuando habían llegado a casa a mitad de la noche, pero la puerta se mantuvo cerrada. Como fuera, me sentía tonto en la ropa de quirófano, y me era inútil en este estado de “entre” clima, así que salí de la cama mientras _________ dormía. Ella ni siquiera se alboroto por mi partida. Yo dudé frente a la puerta trasera, al ver el las gotas congeladas en el pasto. Incluso aunque había tomado prestado un par de botas de su papá, el frió viento de la mañana aún me causaba dolor por encima de mis expuestos tobillos. 


Casi podía sentir la nausea del cambio rodando por mi estómago. ¡Justin!  Me dije a mi mismo, haciendo que mi cuerpo lo creyera, ¡Tú eres Justin!, necesitaba estar más caliente. Regresé para buscar un abrigo, maldecía a este clima, ¿qué le pasó al verano? 


En un sobre ocupado closet, que olía a memorias, encontré una chamarra azul abombada que me hacía lucir como un dirigible y después me aventuré al patio trasero con más seguridad.



El papá de _______ tenía los pies del tamaño de un Yeti así que tropecé dentro del bosque con la gracia de un oso polar y una muñeca de porcelana juntos. A pesar de aire frío que hacía fantasmas con mi aliento, el bosque era hermoso en esta época del año, todo lleno de colores primarios. Hojas caídas en tonos cafes y rojos, un cielo claro y azul. Detalles que nunca note mientras era lobo, pero mientras me abría paso con toda mi pila de ropa, extrañaba todas las cosas que notaba mientras era humano, aunque aún tenía mis sentidos más agudos yo no podía oler los rastros de animales en los arbustos ó la húmeda promesa de agua más tarde en el día. 


Normalmente yo podía escuchar la industrial sinfonía de coches y camiones en la lejana carretera y detectaba el tamaño y la velocidad de cada vehículo, pero ahora todo lo que podía oler era el ahumado otoño, sus hojas quemadas y los medio muertos árboles, y todo lo que podía escuchar era él bajo sonido apenas perceptible del trafico, lejos en la distancia.


En la forma de lobo hubiera olído a Shelby acercarse mucho antes de poderla ver, pero no ahora. Ella estaba casi sobre mí cuando tuvé la sensación que algo estaba cerca. Los bellos de mi cuello se erizaron en atención, y tuve la inquietante sensación de que estaba compartiendo mi aliento con alguien más. 


Me dí al vuelta y la pude ver, era muy grande para una hembra, pelo blanco que tenía un tono de amarillo bajo la luz del día. Parecía haber sobrevivido la cacería con apenas unos raspones, sus orejas se movieron ligeramente hacia atrás al acercarme torpemente. “Shhh”, le dije y levante mi mano con la palma hacia arriba, dejando que lo quedara de mi olor volara con el viento. “Soy yo”. 


Sus músculos se tensaron en disgusto. Lentamente retrocedí y suspuse que ella había reconocido el olor de _________ por encima del mío, yo lo había hecho, incluso ahora. Me había impregnado de él, casí ahogado en él mientras dormía en su cama, lo tenía en mi mano, la que acababa de levantar.


Reflejandose como un flash en los ojos de Shelby, reflejandose en su humana expresión. Esto siempre era así entre Shelby y yo. Yo no puedo recordar algún momento en que no estuviéramos en desacuerdo. Yo me aferraba a mi humanidad y a mí obsesión con ___________, como un hombre ahogandose. 


Pero Shelby siempre acogía el olvido que venía junto con su piel lupina, claro que ella tenía demasiadas razones para olvidarlo. 


Ahora, en este bosque de Septiembre, nos contemplamos el uno al otro, sus orejas se dirigían a mi dirección, recolectando docenas de sonidos que escapaban de mis humanos oídos. Y su olfato funcionaba, descubriendo donde había estado. Me encontré a mi mísmo recordando la sensación de hojas secas debajo de mis patas y el fuerte aroma de este bosque de otoño de cuando era lobo. 


Shelby miró fijamente a mis ojos, un gesto muy humano, considerando que mi rango dentro de la manada era muy alto y alguien aparte de Jeremy o Paul, nunca se atrevía a retarme de esa manera, pero yo imagine a su voz humana diciendome, tal como me lo había dicho tantas veces antes: ¿No lo extrañas?. Cerré mis ojos, cerrándome a su mirada y al recuerdo de mi cuerpo de lobo, en su lugar pensé en _______ de vuelta en la casa. 


No había nada en mi experiencia de lobo que se pudiera comparar a la sensación de la mano de _________ con la mía. Inmediatamente hice crecer ese pensamiento en mi cabeza, creando letras para una canción.


Té eres mi cambio de piel, mi pensamiento de verano-invierno,
Mi primavera para perseguir, esta perdida es hermosa.

Y en el segundo que me tomo componer la letra, me imaginá el acorde de una  guitarra que pudiera acompañarla.

Shelby se desvaneció dentro del bosque, tan suavemente como un susurro que podría desaparecer tan silenciosamente como había aparecido, recordandome mi estado vulnerable. Y me aferré torpemente al establo, donde mi ropa estaba guardada. 


Hace años, Jeremy y yo habíamos construido este establo, arrastrado pieza por pieza desde su patio trasero hasta un pequeño dentro del bosque, instalamos un calentador, una batería de bote y muchos cajones de plástico con nombres escritos a los lados. 


Yo abría el cajón marcado con mi nombre y saque las cosas que estaban empaquetadas dentro de él. Los otros cajones estaban llenos de comida, frazadas y baterías de repuesto. Equipo para mantenernos a salvo en esta casucha, esperando a que otros miembros de la manda cambiaran. Pero mis cosas contenían suministros para un escape. 


Todo lo que mantenía aquí estaba diseñado para regresarme a mi humanidad tan rápido como fuera posible, y por ello, Shelby no me podía perdonar. Rápidamente me cambie a mi ropa que básicamente contenía camisas de manga larga, un par de jeans, me cambie las botas grandes del padre de _________ por calcetines y mis zapatos de piel. Recuperé mi cartera, con el dinero de mi trabajo de verano y metí todo lo que restaba dentro de una mochila. 


Mientras cerraba la puerta del establo detrás de mí, pude ver un movimiento desde la orilla de mi ojo. “¿Paul?” dije en voz alta. Pero el lobo blanco, nuestro lider de la manda se había ido, yo dudaba que me reconociera, para él solo era otro humano en este bosque, a pesar de mi vago olor familiar. 


Reconocimiento cruzó por mi mente, y pensé en como el año pasado Paul no se había convertido en humano sino hasta mediados de Agosto, tal vez el ya no cambiaría este año. Yo sabía que mis propios cambios estaban contados también. El año pasado había cambiado en Junio, una gran diferencia con el año anterior donde cambien a principios de primavera, cuando aún había nieve en el piso.


 Y este año, tal vez nunca hubiera cambiado si Tom Gomez no me hubiera disparado, yo realmente no entendía porque un disparo me había regresado a mi forma humana con este clima frío. Pensaba en lo tieso que había estado cuando __________ me encontró, pensándolo con calma, no había sido verano por algún tiempo. 


Los colores brillantes de las hojas caídas alrededor del establo me despertaron, recordándome que un año había nacido y muerto sin que yo hubiera estado consciente de ello. Yo supe entonces con una repentina y atemorizante seguridad que este era mi último año.

El poder ahora ver a ___________ me parecía como un cruel giró del destino. Yo no quería pensar en ello, así que en su lugar regresé rápidamente a la casa. Asegurándome que los coches de los padres de ________ siguieran ausentes. 


Al entrar, me detuve afuera de la puerta de su dormitorio por un segundo, después deidí esperar en la cocina, buscando en los gabinetes, aunque en realidad no tenía hambre. Admítelo, estas demasiado nervioso como para regresar allí dentro.


Deseaba tanto verla de nuevo, terminando con todos esos tantos años de ser solo un fantasma en el bosque, pero estaba temeroso de cómo cambiaría las cosas el enfrentarme cara a cara con ella a la luz del día, ó pero, que tal si no cambiaba nada. La noche anterior había estado fuera de su casa, sangrando a muerte, cualquier persona me hubiera salvado, hoy yo deseaba más que solo ser rescatado. Pero ¿Qué tal si para ella solo lo era un fenómeno? Eres una abominación a la creación de Dios, ¡estas maldito!, ¡eres el demonio!, ¿dónde esta mi hijo?, ¿qué has hecho con él? 


Cerré mis ojos. Preguntándome porqué, considerando todas las cosas que había perdido, los recuerdos de mis padres no estaban dentro de esas perdidas. “¿Justin?”, dí un salto al escuchar mi nombre. __________ me llamó de nuevo desde su habitación, apenas más alto que un susurro, preguntándose donde estaba. Ella no parecía estar asustada. Abrí su puerta y la busque dentro de su cuarto. En la luz el día pude ver que era la habitación de una persona mayor, no había colores pastel o animales de peluche para __________, si alguna vez los tuvo.

Cuadros con fotos de árboles en las paredes, todos eran marcos negros, una combinación de muebles negros también, todos muy cuadrados y con apariencia útil. Su toalla y alguna ropa colgaba de un mueble junto a un reloj que también era negro con blanco. Había un estante, lleno de libros de misterio pero nada de ficción a juzgar por los títulos. Probablemente ordenados alfabéticamente. Me estremecí repentinamente al ver lo poco similares que eramos. 


Se me ocurrió que si __________ y yo fueramos objetos, ella sería un elaborado reloj digital, sincronizado con la hora de Londres y yo sería una bola de nieve, sacudiendo memorias en una bola de vidrio. Busqué algo que decir que no sonara a una linea de presentación entre especies, “Buenos días” dije al fin. 


_________ se levantó, su cabello estaba liso de un lado, pero enredado del otro. Sus oscuros ojos se reflejaban con la luz. “¡Sigues aquí!, Oh! Tienes ropa, quiero decir ya no tienes la ropa de quirófano”.


- Fui a recuperaras mientras dormías -


- ¿qué hora es?, oh! Estoy muy retrasada para ir a la escuela, ¿no es así?-


 - Son las once”-


 _________ gruñió y luego encogió los hombros. 


-Sabes, yo nunca había faltado a clases desde que inicie la preparatoria, incluso gané un premio por ello el año pasado, una pizza gratis o algo así.- 


_________ se levanto y a la luz del día pude ver lo sexy que era su camisón. Me día la vuelta para no verla.


- Jeje, no tienes que ser tan casto sabes, no es como si estuviera desnuda-Posando frente a su closet ella me miró, su expresión era traviesa. -Tú… ¿Tú no me has visto desnuda, o sí?- 


-Nooo- Mi respuesta vino muy apresurada.


Ella sonrió a mi mentira y sacó unos jeans del closet. 


- Bueno… al menos que lo quieras hacer ahora deberías voltearte.-


Me recosté en la cama, con la cara hundida en la almohada que tenía su aroma. Escuchaba al sonido que hacía mientras se vestía, mi corazón latía a miles de kilómetros por hora, susipiré, era culpable y ya no podía mantener la mentira.

- No quería hacerlo-  dije.

La cama hizó un extraño ruido cuando ella se sentó, su rostro estaba muy cerca del mío. 


- ¿Siempre te la pasas pidiendo disculpas? - preguntó Grace.

Mi voz fue ahogada por la almohada. 


- Estoy tratando de que pienses que soy una persona decente, y el decirte que te vi desnuda mientras tenía el cuerpo de otra especie ayuda mucho -  Elle se solto a reir. 


- Tu no tienes la culpa, yo debí haber cerrado las cortinas- 


 Hubo un largo silencio lleno de miles de mensajes no hablados, podía oler que estaba nerviosa, el sudor en su piel, y podía escuchar el rapido latido de su corazón que se transmitía por la cama hasta mi oído. Pudo ser muy fácil el cerrar las pocas pulgadas de separación de nuestros labios, y casí podía escuchar a su corazón decirme “besame. . . besame”. Normalmente era muy bueno en sentir lo que otras personas pensaban, pero con _________ todo lo que creía saber era nublado por lo que yo quería.

Ella se rió discretamente, era un terrible y hermoso sonido,y completamente diferente a los que había escuchado de ella. 


- Me estoy muriendo de hambre- dijo ella finalmente- Vamos a conseguir algo de desayunar, ó más bien el almuerzo-.


 Me levanté de la cama y ella me siguió. Yo estaba muy consciente de su mano sobre mi espalda, empujándome hacia la puerta de la habitación. Juntos entramos a la cocina, el sol era demasiado brillante, entraba por la puerta trasera, reflejándose en la blanca mostrador, cubriendonos ambos con luz blanca también. 


Debido a mi previa exploración yo sabía donde estaban las cosas, así que comencé a sacar suministros. Mientras me movía a través de la cocina, ________ me gritó, sus dedos encontraron mi codo, y su palma rosaba mi espalda, encontrando excusas para tocarme. De reojo pude verla mientras me miraba fijamente y pensando que yo no lo notaba, era como si nunca hubiera cambiado, como si aún la deslumbrara desde el bosque, como si estuviera aún sentada allí en su columpio de llanta y me observara con admirados ojos,

pelando mi piel, dejando solo mis ojos. Ella podía ver dentro de mi cabeza, aún sabía que era mía.
- ¿En que piensas?-  le pregunté mientras rompía un huevo dentro de una vasija, y con la otra llenaba un vaso con jugo de naranja con mis dedos humanos que ahora me parecían tan valiosos.


________ rió.

- En que me estas haciendo el desayuno-

Su respuesta era muy simple, no estaba seguro de que la pudiera creer, no con los miles de pensamientos que estaban compitiendo por un espacio dentro de mi cabeza, todos al mismo tiempo. 


-¿En qué mas estas pensando?-  volví a preguntar.


 -En que espero que sepas como cocinar los huevos-  pero sus ojos se movieron hacia mi boca solo por un segundo, y yo sabía que ella no estaba pensando solo en huevos.


 Ella fue a la ventana y cerró las persianas, instantáneamente cambiando el humor en la cocina. 


-Esto esta demasiado brillante-  murmuró. 


La luz aún se filtraba entre las persianas reflejando un horizonte de colo en sus profundos ojos cafés y en el contorno de sus labios. Me dí la vuelta, enfocándome de nuevo en los huevos revueltos y los vacié sobre un plato, al mismo tiempo en que el pan saltaba del tostador. Los alcancé la mismo tiempo que ________, y fue simplemente uno de esos momentos de películas donde las manos se tocan y sabes que los personajes se van a besar, solo que esta vez fueron mis brazos los que accidentalmente la rodearon, presionándola contra el mostrador mientras trataba de alcanzar el tostador.


Me recargué en una esquina del refrigerador mientras me inclinaba. Yo estaba perdido en mi vergüenza por mi torpeza que no me dí cuenta de esto hasta el momento en que _________ cerró sus ojos, con su rostro levantado hacia el mío, la besé, solo un leve rose de mis labios contra los suyos, no había nada animal. 


Incluso en ese momento analizaba ese beso, sus posibles reacciones, sus posibles interpretaciones de este, la manera en que la hizo estremecerse sobre mi piel, los segundos que pasaron desde el momento en que toqué sus labios hasta que abrió sus ojos.


 ________ me sonrió, sus palabras eran tentandoras pero su voz fue dulce.


 - ¿Eso es todo lo que tienes?-  


Volví a tocar sus labios con los míos, y esta vez fue una clase de beso muy diferente, eran seis años de espera para esta clase de beso, sus labios volviendo a la vida bajo los míos, sabían a deseo, sus dedos tocaron mis patillas y mi cabello, antes de colgarse a mi cuello, se sentían maravillosos junto a mi piel. Yo era salvaje y dócil, estaba hecho pedazos y reconstruido, todo al mismo tiempo. Por primera vez en mi vida humana, mi mente no vagaba tratando de componer una canción para guardar el momento y reflexionarlo más tarde. 


Por primera vez en mi vida, yo estaba aquí y en ningún otro lugar.



Abrí mis ojos y eramos solo _________ y yo, y nadie más que __________ y yo. Ella presionaba sus labios como si tratara de mantener mi beso dentro de ella, y yo mantenía este momento, que era tan frágil como un pájaro en mis manos.